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Mantenimiento de superficies SOLID® Lavabos y bañeras
Cuidar las superficies de sus lavabos y bañeras fabricados con SOLID® es rápido y sencillo. Basta con limpiar la superficie con agua jabonosa o detergentes comunes para eliminar la mayoría de las manchas y la suciedad. Preferir limpiadores en gel o abrasivos, teniendo cuidado de aclarar bien la superficie para que se mantenga el acabado mate original, característico del producto.
El material es resistente a las manchas por naturaleza pero, para evitar que surjan problemas, no se recomienda el uso de productos químicos agresivos como acetona, tricloroetileno, ácidos o bases fuertes.
¿Y si se estropea? No hay problema. Basta con seguir estas sencillas pautas: en caso de daños menores, la superficie puede restaurarse con una esponja abrasiva y un limpiador común.
Con la esponja se lija superficialmente la parte dañada y, si el defecto sigue siendo visible, basta con volver a repasar la zona lijando con un papel de lija muy fino. Los arañazos, las manchas difíciles de pinturas o barnices y las quemaduras de cigarrillos se eliminarán en unos pocos pasos y el aspecto permanecerá inalterado con el paso del tiempo.
Para más información, consulte nuestros documentos en el área de descargas
Qué utilizar y qué evitar
Para limpiar la superficie, se recomiendan detergentes en crema o en polvo con microgránulos que erosionan la superficie. Puede utilizarse alcohol etílico desnaturalizado con la precaución de aclarar bien.
Deben evitarse los disolventes como la acetona o el tricloroetileno y cualquier producto químico agresivo. Si no está familiarizado con la agresividad de algunos productos, es conveniente probarlos primero en una zona pequeña y luego limpiarla.
El cuidado de este producto es rápido y sencillo. Para eliminar la mayor parte de la cal, la suciedad y las manchas que normalmente se depositan en la superficie, basta con limpiar el MINERALMARMO con un paño húmedo o una esponja y detergentes comunes.
En caso de suciedad más persistente, utilice limpiadores abrasivos en crema o gel en polvo que contengan microgránulos que desgasten la superficie, y una esponja tipo Scotch Brite ligeramente abrasiva. Por último, la superficie debe aclararse a fondo después de la limpieza.
Algunos usos indebidos pueden provocar defectos visibles que, sin embargo, pueden subsanarse con un simple mantenimiento extraordinario. Los signos de desgaste, arañazos, manchas resistentes y desconchones pueden eliminarse con un poco de cuidado.
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Qué utilizar y qué evitar
Este producto tiene una buena resistencia al calor, sin embargo, se debe evitar colocar objetos calientes sobre la superficie o escurrir líquidos calientes de ella. No se recomiendan disolventes químicos agresivos como acetona, tricloroetileno, disolventes, ácidos y bases fuertes.
Evite que ciertas sustancias como la tinta, los cosméticos y los tintes puedan dejar manchas en la superficie. No coloque cigarrillos encendidos, no corte directamente sobre la superficie y no utilice rascadores metálicos.
Se recomiendan productos en crema o gel. Ciertos tipos de productos utilizados para pulir carrocerías también se recomiendan para un mantenimiento extraordinario, pero deben utilizarse siguiendo las instrucciones del fabricante.
Mantenimiento de superficies pintadas
Para la limpieza diaria de las superficies pintadas, basta con pasar un limpiador de superficies común en spray y una esponja suave o un paño de algodón. Procure no utilizar esponjas abrasivas ni productos de limpieza abrasivos. Tras la limpieza, aclare bien la superficie para evitar la formación de halos.
Se recomienda no utilizar productos a base de lejía, ya que pueden formar halos en la superficie pintada. Los ácidos y bases fuertes como el ácido muriático y la sosa cáustica, los disolventes como el alcohol, el alcohol desnaturalizado, la acetona, el tricloroetileno u otros utilizados en la industria de la pintura pueden alterar las superficies pintadas. Tampoco utilice productos para desatascar desagües. Por último, evite utilizar esponjas abrasivas y papel de lija en la parte coloreada. En el caso de los detergentes cuya agresividad potencial se desconoce, es mejor realizar una prueba de aplicación en una zona pequeña y no visible antes de utilizar el producto (para ambas superficies).
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